Recopilamos buenos ejemplos de marcas de diferentes sectores que durante este
inicio de año se han sumado a las principales tendencias de branding. Aunque no hay nada nuevo
bajo el sol, las marcas siguen encontrando maneras distintas e ingeniosas de unirse a las
tendencias en auge.
10
tendencias
en
auge
en
el
mundo
del
branding
Los consumidores están más informados que nunca y la disrupción de nuevas
tecnologías, como la inteligencia artificial, provoca que empresas y organizaciones redoblen sus esfuerzos
por actualizar, reforzar y ampliar el contacto con sus públicos.
Las marcas buscan conectar con los consumidores
a nivel emocional a través de la humanización de su marca.
Mostrar su lado más humano y auténtico
Para establecer una conexión emocional más fuerte
con sus clientes recurren a las clásicas acciones de personificación. Mediante
patrocinios o campañas, las marcas colaboran con perfiles con los que generan
sinergias y comparten rasgos.
También puede suceder que, para humanizarse, las
marcas se devanen las meninges en presentar su propuesta de valor en términos más
emocionales y cercanos.
El nicho se generaliza
El nicho se generaliza
El nicho se generaliza
El nicho se generaliza
El nicho se generaliza
El nicho se generaliza
El nicho se generaliza
El nicho se generaliza
Nitching
Divide y vencerás. O apunta bien para maximizar. Enfocarse
en un nicho específico con una oferta de productos altamente especializados se mantiene como
tendencia.
En vez de intentar atraer a un público amplio y diverso, las
marcas se especializan en satisfacer las necesidades y deseos de un grupo más reducido.
Salirse por la tangente en un mercado saturado para fidelizar a
microcomunidades y subculturas
Las marcas siguen trabajando para reducir su huella
ambiental y recurrir a estrategias y prácticas sostenibles en la fabricación de productos y
servicios.
Acciones que van cogiendo peso en sus relatos de marca y que se
reflejan también en su posicionamiento.
De ser cajas negras a ser cajas transparentes. Las marcas
están haciendo un esfuerzo por traducir sus compromisos más honestos en acciones concretas,
auténticas y positivas hacia sus clientes.
Concretar su aportación a la sociedad, a través de su
propósito, es un gran reto para cualquier marca actual.
Las compañías se posicionan como agentes que toman partido y
acción en cuestiones que tradicionalmente han sido responsabilidad de las instituciones
públicas. También es la manera de tener una propuesta de valor para la sociedad y no
limitarse a vender productos o servicios. Por su parte, los consumidores
buscan, cada vez más, marcas que se preocupen por algo más allá de su beneficio económico.
Así que lucir propósito es el objetivo del momento en todo tipo de discursos de marca.
Las marcas siguen viendo en las colaboraciones y alianzas
entre empresas y organizaciones una gran oportunidad para crecer, llegar a nuevos
mercados y construir relaciones más sólidas y significativas con los clientes.
Si la marca está bien construida, las posibilidades se
multiplican. O lo que es lo mismo: en esto de las colaboraciones, cualquier
remake es posible si tienes unos buenos ingredientes.
Adoptar tecnología avanzada para mejorar la experiencia del
cliente y diferenciarse de la competencia. Esto incluye el uso de inteligencia artificial,
realidad virtual y aumentada, y chatbots.
Una buena apuesta de marcas que demuestran que la
innovación forma parte de su esencia, está recogida en su propósito y que, en este
nuevo ecosistema, o mueves ficha rápido… o te quedas atrás.
Asegurar una buena experiencia del cliente ya no es
suficiente. No basta con ese amor a primera vista o con un delicado servicio de postventa.
Las marcas trabajan la personalización de esa
experiencia, subir el nivel con los detalles y situar al cliente, no en el
centro, sino en la posición más destacada de la estrategia.
Se consolida como una identidad expresiva más a la hora de
construir marcas.
Una vez popularizados los asistentes de voz, cada vez más
compañías se esfuerzan por desplegar una identidad sonora que les permita ser
reconocidos y diferenciarse. Una dimensión de marca que, gracias a la
llegada de la inteligencia artificial, ha alcanzado un nuevo nivel.
A finales del pasado año, la prestigiosa marca de
lujo Balenciaga protagonizó una sonada polémica por la desacertada sesión de fotos
en la que presentaba una de sus últimas colecciones.
Ya en 2023, Kering,
conglomerado propietario de la marca, anunció la creación de un nuevo puesto en la
compañía: director de protección de marca, un rol inédito con la función de velar
por la integridad de la marca durante los lanzamientos publicitarios. ¿El
objetivo? Evitar nuevas polémicas que puedan generar una nueva crisis de
reputación para la marca y una caída en el nivel de ventas, tal y como
reconoció el consejero delegado de Kering tras el desafortunado suceso de
Balenciaga.
Febrero 2023
El movimiento avanza
Astara también se une al movimiento. En febrero,
la multinacional puso en marcha el puesto de chief brand officer.
Abril 2023
Más grandes jugadores se unen
El caso más reciente: Disney presentaba en abril a
su nuevo primer responsable de marca, que se encargará de vigilar todas las acciones
de branding tanto internas como externas de la compañía, así como del
posicionamiento en redes.
¿Y ahora?
Continuará…
Aunque es habitual encontrar a profesionales del
sector velando, desde diferentes ámbitos de la comunicación y el marketing, por la
integridad de las marcas, estos movimientos de grandes compañías sugieren la vuelta de
los guardianes de la marca: profesionales encargados de supervisar y defender
la propia marca de decisiones -y torpezas- internas que se alejan de su
identidad, su estrategia, su propósito o su personalidad.
Un rol que cuenta con
representación en el Consejo de Administración de cada vez más empresas y que refleja
la voluntad de estas compañías por reforzar y preservar su marca. ¿Veremos
nuevos ejemplos en los próximos meses?
El mundo necesita marcas que se impliquen: que actúen , que hablen, que se
comprometan y que emocionen.