Apuntes para comunicar tras una digitalización forzosa
Teletrabajo, hábitos de consumo cada vez más digitales, nuevas formas de relacionarse… Lo digital se ha convertido durante la pandemia de la COVID-19 en una obligación ineludible para muchas organizaciones. Sin embargo, también puede transformarse en una gran oportunidad para la reorganización de equipos, nuevas formas de liderazgo, expresión y comunicación.
Descargar la guíaLa situación provocada por la irrupción de la COVID-19 ha supuesto en organizaciones de todo tipo un salto a lo digital forzado y acelerado. Superado el primer choque, y todavía pendientes de rebrotes y la evolución de los contagios, es hora de cuestionarse cómo combinar lo urgente con lo importante; interrogar dónde empezar a transformar y de qué manera.
Este salto generalizado a lo digital también ha supuesto en muchos casos un replanteamiento de la forma de relacionarse con los grupos de interés. Con los clientes, pero también con los trabajadores. Confianza, empatía, apoyo mutuo… son algunos de los ingredientes cada vez más necesarios en la comunicación. ¿Cómo combinarlos y aprovecharlos si todo debe ser a distancia?
Todos estos cambios sugieren la importancia de plantear lo digital más allá de las características de un formato u otro, de apostar por una visión global; de hablar de nuevo código digital. Resulta fundamental observar cuáles son las nuevas oportunidades que tienen los emisores, pero también las necesidades y expectativa de los receptores, de las audiencias y públicos. ¿Cómo lo están haciendo las empresas? ¿Y las escuelas? ¿Qué buscan los consumidores?
Relacionarse con los grupos de interés debe ser ante todo una cuestión de confianza. Y eso, en definitiva, tiene mucho que ver con cómo nos expresamos y comunicamos. Repasamos algunos de los ejemplos destacados surgidos desde la irrupción de la COVID-19.
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