Noviembre de 2010, Malasaña .
Mario y María están en casa .
En la tele solo hablan de primas de riesgo.
No sabemos quién le comía la oreja a quién … y en un instante surgió la idea .
Se lleva el pantalón de pitillo y las empresas emergentes (¿startup?) tienen locales cutres.
Nace Prodigioso Volcán
En la calle Jesús del Valle hace frío y no hay cafetera . Un mono grafiteado reflexiona frente a una máquina de escribir. ¿Sabéis quiénes fueron los primeros clientes? BBVA y Farmaindustria. Pasta y pastis.
La ofi crece y también las horas de dedicación .
Nos visita la inspección de trabajo y hasta el mismísimo Felipe González, que se queda prendado de Mario. Lo normal.
Ferran Adrià sería el siguiente .
Mario se viene arriba y el barrio se revoluciona .
La antigua cochera, taller y galería es ahora la sede de una empresa de verdad, un lugar diferente y creativo. Los clientes flipan con el espacio Escorial.
El Prodigioso artífice muta en decorador, diseñador de interiores, repartidor de flyers…
2018. Gran Vía nº 27, 2a planta .
Subimos a primera división y en un plisplás nos ponemos verdes: comemos fruta de temporada y bebemos en botella de aluminio.
Un perro te mira y babea . Mario es Papá Noel. Nos tiene calados. Si te pilla, te cuenta la vida de Isaac Peral, anécdotas de Gabo o el origen del cajón flamenco. Maravilla .
Marzo de 2020.
Pandemia y confinamiento. Todos a casa a cuidarse.
Mario se anticipa (otra vez), dejamos Gran Vía, mantenemos Escorial como refugio, crea infografías utiles para la ciudadanía, nos hacemos fluídos… los únicos que se le adelantaron fueron los Stay Homas y su balcón . Él también lo intenta .
Vuelta a la esencia … pero con mascarilla .
Escorial es la vía de escape. La desescalada y la ‘nueva normalidad’ no desfiguran su 2G (generosidad y genialidad).
Mario apuesta por las librerías de barrio, se inventa Estar en Babia, convierte la ofi en un evento continuo.
Entre un castillo repleto de libros antiguos y una plaza donde tomar vinos. Qué listo este hombre .
Allí, en Ponferrada, monta el Libro Imposible, un Prodigioso en miniatura donde hace que todo suceda .
Parece tímido (es audaz), regala ideas (te embarca), te da la turra (siempre se aprende), y se enfada (poco y con cariño).
Si hubiéramos invitado a la última fiesta navideña a todas las personas que tienen un recuerdo de Mario, habríamos llenado el Wizink .
Aquel día estaba feliz. Habían pasado doce años desde que ideó esta increíble aventura .
Mario, un alien divino enviado para hacernos soñar.